Pero, ¿quién llegaré a ser yo? ¿Qué seré? Quién sabe, quizá en este preciso momento esté naciendo en algún lugar del mundo una niña que dentro de veinte años será mi mujer. O puede que haya nacido ya y esté estudiando en alguna escuela de cualquier lugar del mundo, sin saber nada de mí (…); puede que incluso tenga ahora un amado sin saber que él no será más que una etapa, y poco a poco mi destino y el suyo empezarán a llevarnos el uno hacia el otro, pequeñas estratagemas irán aproximándonos.
David Grossman, El libro de la gramática interna.
Tenía tantas cosas que decirle, y ahora resultaba que no podía ni abrir la boca. Y no porque tuviera miedo de ella, sino porque él siempre era así con las chicas. Con todas las chicas, casi. Cuando se encontraba con una chica que verdaderamente lo atraía, notaba con sumisión y humildad, cómo se transformaba, y descendía peldaño tras peldaño por la escala de la evolución.
David Grossman, Llévame contigo.
Los sentimientos y los deseos son como las frutas, si no se los aprovecha a tiempo, se pudren en el árbol.
David Grossman, El libro de la gramática interna.
El amor lo hizo tierno y feliz. De repente se acordó de lo feliz que podía ser, sin duda. Por las mañanas, antes de vestirse, se ponía las manos en la nuca, miraba unos instantes el cielo azul y se sentía como si volviera de un largo camino. Entonces, con ardor y sin pensárselo dos veces, daba un salto de la cama al nuevo día.
David Grossman, El libro de la gramática interna.
Asaf se sentó, la vio dormida, y el corazón se le llenó de ella. Quería taparla, limpiarle la tierra de la cara. Hacer algo por ella. Lo mejor que podía hacer era no despertarla. Por eso no se movió. Sólo la miraba y la miraba, la devoraba con los ojos mientras pensaba en lo hermosa que era. Tamar bostezó y se acurruco de lado, la cabeza reposando sobre las dos manos juntadas. Tenía unos dedos largos y finos. Alrededor de su sucio tobillo se enroscaba una cadena de plata muy fina, casi invisible, que Asaf contempló largamente, insaciable. Mientras tanto hablaba con Tamar mentalmente, como si mantuvieran una conversación: ¿Sabes que tienes unos ojos como los que jamás había visto antes? Sí, alguna vez me lo han dicho, y a propósito, ¿sabes de qué se me han puesto así? ¿De mirar el mundo con sorpresa?
David Grossman, Llévame contigo.
Amó a muchachas enteras, pero también partes de ellas. Se enamoró de una hermosa mejilla, de un cuello, del movimiento de una mano, del sonido de una risa.
David Grossman, El libro de la gramática interna.
Quiero entregarte las cosas que no tengo a quien entregar. Me refiero a las cosas que ni siquiera sabía que podían darse a alguien de fuera o tan siquiera quererse dar.
David Grossman, Tu serás mi cuchillo.
Lo he encontrado, mi nuevo amor literario. Justo lo que buscaba para leer, necesito todos sus libroooos!
oooow <3 me encantó esta "Amó a muchachas enteras, pero también partes de ellas. Se enamoró de una hermosa mejilla, de un cuello, del movimiento de una mano, del sonido de una risa."
ResponderEliminarAy yo también quiero leerlo :3 !!
yo también quieroooooooooooo!!
ResponderEliminarsi te compras alguno préstamelo :D :D :D